RESTAURACIÓN DE UN HISTÓRICO TRACTOR SERIE 10400 DE RENFE

22.07.22. Han quedado concluidos los trabajos para la restauración de la locomotora construida en 1977 por La Maquinista Terrestre y Marítima, de Barcelona, la cual formó parte de la serie 10400 de RENFE. Serie que estuvo presente en muchas estaciones de la Red Nacional durante décadas y cuyo encargo era, fundamentalmente, la realización de maniobras para la formación de composiciones.

Tras las gestiones para la definitiva preservación de este vehículo histórico y su adquisición por Standard Railway Company, entendíamos que resultaba inexcusable proceder a su restauración. Restauración que debía tener carácter operativo. Y ello tanto por nuestros principios en este sentido como por la política desarrollada por dicha empresa, de aplicar sus vehículos a labores ordinarias como forma de garantizar su conservación y mantenimiento.

Hecha entrar en escena por nuestra parte la Sociedad Española de Actuaciones Mecánicas, ésta inició los trabajos al respecto. Trabajos que se centraron en una primera fase en el desmontaje de numerosos elementos vinculados a la operatividad de la locomotora, que se hallaban totalmente agarrotados o deteriorados. Especial atención requería el motor Sulzer, no presentando mejor estado los motores de tracción, bombas, accionamientos, transmisiones, etc.

Finalizadas las actuaciones de rectificación precisadas por el motor y saneados o recompuestos otros muchos elementos vinculados al movimiento de la locomotora, entre los que se hallaban bielas y cajas de engrase, fueron quedando progresivamente en condiciones de ser reincorporados a su lugar y a su funcionalidad en la misma. Entre ellos se encontraban algunos instrumentos de la cabina de conducción.

Así, tuvieron lugar las últimas y profundas labores realizadas sobre el motor Sulzer y los motores de tracción, los cuales quedaron progresivamente en perfecto estado de funcionamiento. Lo mismo ocurrió con muchos otros componentes de la máquina, como bielas, manijas de enganche, topes y otros, algunos de los cuales necesitaron labores de mecanizado o la sustitución completa de piezas deterioradas.

Especial dificultad presentó por su parte la renovación de gran parte de los sistemas eléctrico, neumático y de refrigeración de la locomotora, que sufrían un profundo nivel de deterioro. Todos ellos fueron quedando también, progresivamente, en perfectas condiciones de operatividad. Lo mismo ocurrió con los elementos vinculados a la traslación de la locomotora, quedando restituidos en su lugar bielas, accionamientos y mecanismos de engrase.

En el interior de la cabina de conducción, el diverso instrumental de medición y control fue devuelto a su lugar tras quedar debidamente reparado. Una vez recuperada también su correcta funcionalidad por palancas y mandos de diversos tipos, la cabina recuperó su plena facultad en cuanto al gobierno de la locomotora. Reiteradas pruebas del conjunto de los sistemas, así lo pusieron de manifiesto.

Por otra parte, se procedió también al completo saneamiento de la plancha de la locomotora, la cual presentaba numerosos daños y corrosiones, que tuvieron que ser corregidos con laboriosidad, a causa de sus muchos años de vida activa. Tras esa primera fase de saneamiento del conjunto de la carrocería, tuvo lugar una actuación integral de imprimación a la que siguió, a continuación, la fase general de pintado.

Una vez concluidos los trabajos tuvieron lugar diversas pruebas en movimiento. Primero sin carga y más tarde con diferentes cargas remolcadas. Con ello pudo comprobarse lo correcto de las actuaciones desarrolladas. Dadas éstas por concluidas, la locomotora quedó dispuesta para su entrega a Standard Railway Company. La máquina incorpora el esquema de decoración propio de la década de 1970, basado en los colores de RENFE que lucía en su momento. Las placas de construcción le serán incorporadas posteriormente.