SALUDO

A través de estas líneas quiero poner nuestra Fundación a disposición del conjunto de la sociedad española, a la que, según su propia finalidad estatuaria, desea servir culturalmente en la medida de sus posibilidades.

La diferencia que nos separa de la mayoría de los países del continente en todo cuanto se refiere a la sensibilidad respecto al patrimonio arqueológico industrial en sus distintas vertientes, y muy especialmente en el ámbito del ferrocarril, es algo que debe quedar definitivamente superado.

Así, la Fundación del Patrimonio Ferroviario tiene por objeto crear un nuevo marco, en base al sector privado, que propicie la superación global de ese pobre escenario con que nos encontramos en nuestro país.

Las diferentes entidades llamadas a participar con nosotros en ese proceso lo harán en virtud de su conciencia social y su compromiso con el futuro de nuestra sociedad. Conscientes de la realidad que analizamos, su vocación a la hora de acometer tan patriótico reto en defensa de esta faceta de nuestro acervo cultural colectivo no podrá dejar de ser ampliamente reconocida.

A tal fin dedicará nuestra Fundación todos sus desvelos mediante los diferentes mecanismos a través de los que desarrollar su actuación. Con ello, no faltará por nuestra parte el decidido empeño para que cada una de las actuaciones emprendidas obtenga el éxito que nos hemos impuesto alcanzar en beneficio de nuestro patrimonio ferroviario.

El marqués de Mendigorría