TRASLADO A TALLERES, PARA SU RESTAURACIÓN, DEL COCHE MIXTO (2ª-3ª) DE M.Z.A., RECIENTEMENTE PRESERVADO
10.12.25. Después de haber logrado su preservación por parte de nuestra Fundación, había que retirar de la ubicación en la que se encontraba el antiguo coche-salón que perteneció, en su día, a la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE), fruto de la transformación hecha, en 1948, por los Talleres Generales de Atocha, a partir del coche mixto, de 2ª y 3ª clase, procedente de la antigua Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y a Alicante. Coche perteneciente al tipo de pasillo lateral parcial, muy en boga en diversas compañías españolas a principios del siglo XX.



Diversas circunstancias hicieron que resultaran necesarias un sinnúmero de labores preparatorias antes de poder llevar a cabo su carga y traslado, mediante una de las habituales operaciones logísticas organizadas en estos casos. La primera ellas, la gran altura del vehículo, que obligó a desmontar diversos elementos situados en el techo del vehículo. Entre ellos los ventiladores de aire. No siendo suficientes tales actuaciones, hubo que actuar sobre los bulones de suspensión y otros elementos propios de la misma, a fin de conseguir reducir todavía unos centímetros la altura general del vehículo.



Dados los usos que había tenido el coche, fue preciso cortar y desmontar las escalerillas metálicas y otros elementos de soporte y protección que facilitaban y protegían el acceso al mismo, toda vez que resultó también necesario desmontar uno de los topes del aparato de choque y otras piezas sobresalientes que impedían la ejecución de la milimétrica y compleja operación diseñada para hacer posible su retirada del lugar. No en vano, durante más de medio siglo habían sido erigidas a su alrededor diversas construcciones y crecido infinidad de árboles de gran tamaño que impedían el movimiento.



Después de la previa instalación de una serie de guías metálicas instaladas a modo de carriles, el coche fue desplazado progresivamente sobre ellas y a través de la considerable distancia que lo separaba del punto más cercano en que resultaba materialmente posible su carga. Aún en este punto, la dificultad de la operativa hizo que las grúas de elevación tuvieran que actuar por fases, depositando sucesivamente el coche en distintos lugares y cambiando de emplazamiento para poder ir ganando poco a poco los metros que hacían falta hasta conseguir ubicarlo en el punto definitivo de carga.



Logrado este objetivo, hubo que situar el camión en el único lugar en que resultaba posible la carga, donde resultó igualmente dificultoso acoger, a un tiempo, los equipos de elevación y la góndola de transporte, la cual no podía prácticamente maniobrar. Aun así, y tras arduas labores logísticas, se logró cargar el vehículo sobre el camión, partiendo este hacia su destino. Ahora, en las instalaciones que la Sociedad Española de Actuaciones Mecánicas tiene en Requena (Valencia), esta histórica pieza de nuestro patrimonio histórico ferroviario será restaurada y devuelta a su plena operatividad.
